¿Por qué invertir en un proyecto de iluminación a la hora de acometer una reforma?
Lo primero que queremos decir es que es una inversión, y no un gasto, que nos ayudará a potenciar el ahorro energético evitando sobredimensionar una instalación, ajustando los consumos a mínimos sin prescindir de una buena calidad de luz y reduciendo los costes de mantenimiento.
Un buen proyecto de iluminación tiene en cuenta múltiples factores como la altura de la vivienda, el tamaño y el color de las estancias o el grosor de las paredes, buscando no sólo la estética sino convertir las estancias es sitios acogedores teniendo en cuenta la salud visual.
¿Cuándo se debe acometer el proyecto?:
Como la iluminación forma parte del diseño de la vivienda, se estudia desde el principio integrarla en la arquitectura y en la decoración. El objetivo es tener luz donde se necesite.
¿Qué tipos de luz hay que considerar?
Aunque no existe una fórmula fija, se puede resumir con tres tipos: general, ambiental y puntual. A partir de esta clasificación, toca repasar la casa, ambiente por ambiente, para ver necesidades específicas.
¿Qué tiene en cuenta un profesional para elaborar un proyecto?:
Cantidad de luz (estimación de la potencia en lúmenes de cada estancia), color de la luz (blanca y/o cálida dependiendo del uso), y funcionalidad (destacar zonas o puntos concretos…)
¿Cuál es el objetivo?
Sacar el máximo rendimiento a la iluminación para poder crear ambientes distintos, que, además, se puedan adaptar funcionalmente a nuevas necesidades y todo ello sin perder de vista el ahorro energético.