Decorar con papel fue tendencia, cayó en el olvido y ha regresado con fuerza para quedarse para llenar de texturas y estampados los hogares.
La decoración para paredes juega un papel importante en la sensación de confort en el hogar. El papel pintado ofrece todas las posibilidades que te puedas imaginar. Desde flores, rayas, figuras geométricas o círculos, hasta los motivos infantiles más entrañables.
Tu elección de papel para paredes no solo ha de basarse en su atractivo, también debe transmitir bienestar, emociones positivas, reflejar tu personalidad y gustos, tus sueños y aspiraciones. Puede llegar a cambiar por completo el aspecto de una habitación o estancia.
También lo puedes colocar en baños e incluso en la cocina: existen ahora unos papeles vinílicos que soportan muy bien la humedad. Por supuesto hay que evitar colocarlos en las paredes que estén en contacto directo con el agua (bañera, ducha, etc.)
Una clasificación que podemos hacer de papeles pintados es:
Base de papel: Son los más tradicionales y los que más se han utilizado a lo largo de la historia. Dados los avances en el mundo del papel pintado cada vez se usan menos. Son bastante complicados de instalar por lo que se debe recurrir a un profesional.
TNT: (Tejido No Tejido). Las fibras que componen la base del papel se han unido entre sí sin ser tejidas, por lo que no forman hilos. Esto le aporta una mayor resistencia a la base o soporte. Una de las múltiples ventajas es su facilidad para poner y quitar.
Vinílico: Es una base de papel y una capa de vinilo. También es apto para zonas de mucho uso y es resistente a la humedad y a la luz.
